Buscando... sin encontrar

En los cómodos brazos de la noche,

mis ojos se cerraron por un instante,

encontrándome vagando por suburbios

desconocidos y amplios.

Lugar en donde mis piecesitos al dar su paso,

me atemorizaban, pues mi caminar era tan corto y las calles tan largas.

Mi silueta se pierde en la densa neblina,

que envuelve cada centímetro de mi cuerpo.

Hay pasos que percibo a lo lejos,

pasos que retumban en mis oídos.

El miedo me corrompe,

la angustia me hace prisionera y la oscuridad se torna mas absorvente,
ese frío que cala hasta lo más profundo de los huesos

                                                     me tiene impávida.

Mis pupilas se dilatan,

mis manos temblorosas se agitan,

con la intención de  palpar algo a que aferrar sus dedos, 
cinco dedos perciben al tacto una mano tibia que viaja por recovecos

buscando una salida.

Mi corazón está agitado,

late, late sin pararbuscando un espacio tibio donde poderse posar.

La mano tibia, viaja, viaja sin cesar
mi paso es tan lento que no lo puedo alcanzar.

Mi corazón se detiene, se congela,

se muere junto a mi cuerpo que queda sombrío a la sombra de una  puerta.

Puerta de la que no encontré llave.....

Siento un calor que me rodea,
siento un roce,pero no eres tú.